- Un derrame de combustible ocurrido tras el naufragio de dos petroleros en diciembre dejó 45 delfines muertos en las costas del Mar Negro.
- Los ecologistas rusos han vinculado la alta mortalidad con la contaminación del agua debido al vertido de fuel.
- La situación ha generado preocupación entre los defensores del medio ambiente, que alertan sobre los efectos del derrame en la fauna local.
Entre febrero y la primera semana de marzo, ecologistas rusos encontraron 45 delfines muertos en las costas del Mar Negro, específicamente en la región de Krasnodar. La causa de esta mortalidad ha sido vinculada a un derrame de combustible ocurrido tras el naufragio de dos petroleros en diciembre del año pasado.
El Centro de Protección de Delfines Delfa informó a través de Telegram que, en febrero, fueron hallados 25 delfines muertos, y en la primera semana de marzo, el número ascendió a 22. Los ecologistas destacaron que, aunque es común un aumento de muertes de cetáceos entre marzo y junio, este año la contaminación del mar por el vertido de fuel ha sido un factor determinante en la alta mortalidad.
“El vertido de combustible se sumó a otros factores como las redes de pesca, la baja inmunidad de los delfines tras el invierno y las condiciones climáticas, lo que ha contribuido a la muerte de estos animales”, explicaron desde Delfa.
Además, los ecologistas informaron que en las últimas dos semanas han encontrado tres cetáceos debilitados, lo que refleja la continua afectación en la fauna marina. Por ello, se ha instado a la ciudadanía a no intentar ayudar a los delfines en mal estado sin la asistencia de los expertos de Delfa, quienes son los encargados de su rescate.
El derrame se originó en diciembre
El derrame de combustible se originó en diciembre, cuando los petroleros Volgoneft 212 y Volgoneft 239, que habían sido adaptados para navegar en el mar después de ser construidos hace más de 50 años, naufragaron durante una tormenta cerca del estrecho de Kerch. Ambos barcos, cargados de fuel, provocaron un desastre ecológico que fue calificado por el presidente ruso, Vladímir Putin, como una tragedia medioambiental. El derrame afectó gravemente las aguas del Mar Negro y la fauna local, incluyendo aves y delfines.
El Ministerio de Emergencias de Rusia, junto con voluntarios, ha estado trabajando en la limpieza de la costa y en el rescate de animales afectados, especialmente aves, que también fueron gravemente impactadas por la contaminación.
