Los sistemas de defensa antiaérea rusos interceptaron y derribaron diez drones ucranianos en las afueras de Moscú durante la noche, según informó el alcalde de la capital rusa, Serguéi Sobianin, a través de su canal de Telegram. Uno de los drones fue abatido cerca de la refinería de petróleo en el sureste de Moscú, aunque no se reportaron daños en la planta.
A pesar de los intentos de ataque con drones, todos los aeropuertos de Moscú continúan operando con normalidad, según la agencia rusa de transporte aéreo Rosaviatsia. Este ataque se enmarca en las crecientes demandas de Kiev para que sus aliados occidentales autoricen el uso de armamento contra objetivos en Rusia.
Situación de la guerra y pérdidas
En paralelo, Rusia ha experimentado un incremento en sus bajas. 36.810 soldados rusos murieron o resultaron heridos en agosto, convirtiéndose en el segundo mes más mortífero para las tropas rusas desde el inicio del conflicto en Ucrania. Las tácticas rusas en Donetsk, centradas en asaltos de infantería, han contribuido a estas altas cifras de bajas.
Hasta la fecha, se estima que más de 616.000 soldados rusos han sido afectados en el conflicto, según estimaciones ucranianas. A pesar de las pérdidas significativas, Rusia ha continuado sus ofensivas, incluyendo ataques con misiles y drones contra Ucrania.
Derribos de drones y ataques ucranianos
En una jornada de intensos intercambios, las defensas antiaéreas rusas también derribaron 158 drones en quince regiones del país, con la mayor cantidad de interceptaciones en Kursk, Briansk, Vorónezh y Bélgorod.
Por su parte, Ucrania logró derribar ocho de los once drones kamikaze lanzados por Rusia desde Crimea, en las regiones de Odesa, Mikolaiv, Jerson, Kirovograd y Dnipropetrovsk.
El conflicto continúa con un elevado nivel de hostilidad, mientras ambos lados buscan optimizar sus capacidades de ataque y defensa.