El régimen cubano confirmó esta semana que aumentará los precios minoristas de los combustibles, el agua y la electricidad, tras una demora previa en la implementación.
La medida, que incluye un aumento de más del 400% en los precios de la gasolina, forma parte de un plan de ajuste destinado a reactivar la economía nacional, que ha estado en crisis durante los últimos tres años.
El anuncio, que inicialmente estaba programado para el 1 de febrero, se realizó en una conferencia de prensa donde participaron dos ministros y no se invitó a los medios internacionales acreditados en la isla. Una vez implementado, el precio de la gasolina regular pasará de 25 a 132 pesos (CUP) por litro.
Además del aumento en los precios de los combustibles, se espera que los precios del agua y la electricidad también aumenten a partir del 1 de marzo. Sin embargo, el aumento del transporte interprovincial y el incremento del precio mayorista del combustible han sido pospuestos.
El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, reconoció que estas medidas tendrán un impacto inflacionario, pero aseguró que el gobierno ha tomado decisiones para mitigar este efecto. A pesar de esto, aún no se ha especificado cómo se apoyará a los grupos de población más vulnerables.
La crisis energética en Cuba, exacerbada por el incumplimiento de compromisos de los países proveedores de crudo, ha llevado al régimen a implementar medidas drásticas para estabilizar la economía. Estas medidas, que incluyen también una posible devaluación del peso y cambios en los subsidios, han generado controversia en el país.
La isla cerró el año 2023 con una contracción del producto interior bruto (PIB) de entre el 1 y el 2%, y se espera que el déficit público alcance el 18,5% este año, por quinto año consecutivo en cifras rojas.