Los líderes del Congreso de Estados Unidos anunciaron un acuerdo este domingo para aprobar una ley de gastos a corto plazo que garantizará la financiación de las agencias federales durante los próximos tres meses. Este acuerdo permitirá evitar un cierre parcial del gobierno cuando comience el nuevo año presupuestario el 1 de octubre, dejando las decisiones finales sobre el presupuesto para después de las elecciones de noviembre.
El proceso para alcanzar este acuerdo ha sido complicado, especialmente porque el ciclo presupuestario actual está por terminar. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, vinculado a las posturas más conservadoras de su partido, había condicionado la aprobación del financiamiento temporal a la imposición de un mandato que obligaría a los estados a exigir una prueba de ciudadanía al registrarse para votar.
Aunque esta medida contaba con el apoyo del expresidente Donald Trump, quien instó a los legisladores republicanos a no respaldar ninguna ley provisional que no incluyera ese requisito, la propuesta fue derrotada. Catorce miembros del Partido Republicano votaron en contra de la medida.
Después de la derrota de la propuesta inicial, comenzaron serias negociaciones bipartidistas, lo que permitió llegar a un acuerdo para extender la financiación hasta mediados de diciembre. De esta forma, el Congreso actual tendrá tiempo para elaborar un presupuesto completo antes de que termine el año, sin necesidad de delegar esa responsabilidad al próximo Congreso ni al presidente electo tras las elecciones del 5 de noviembre.