En una reunión trilateral realizada en Ciudad de México el 7 de febrero de 2024, Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, enfatizó la urgencia de que Norteamérica aborde de manera conjunta el tráfico de fentanilo, otras drogas y armas. Sherwood-Randall subrayó que esta problemática no solo afecta a Estados Unidos, sino que es una amenaza para toda la región.
La tercera reunión del Comité Trilateral, destinada a combatir el tráfico de drogas y armas, fue inaugurada con el compromiso de abordar la amenaza del fentanilo antes de que se convierta en una crisis mayor. La asesora de la Casa Blanca expresó su esperanza de que la reunión sea constructiva y permita avanzar en estrategias para combatir el fenómeno del fentanilo y el tráfico de armas.
Resumen de la Reunión:
- Nathalie Drouin, consejera de seguridad nacional e inteligencia del primer ministro de Canadá, reconoció los desafíos que Canadá enfrenta debido al tráfico de fentanilo y se comprometió a trabajar con México y Estados Unidos para poner fin a las sobredosis por esta droga y otros fármacos.
- La titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Rosa Icela Rodríguez, destacó los retos comunes que enfrentan los tres países al compartir fronteras y enfatizó la necesidad de buscar soluciones conjuntas. Rodríguez subrayó la disposición de las instituciones mexicanas para combatir las drogas sintéticas, especialmente el fentanilo, pero hizo hincapié en la colaboración necesaria para frenar el tráfico de armas de alto poder que llegan a México, provocando violencia.
- Rodríguez recordó que en los últimos cinco años, México ha decomisado grandes cantidades de fentanilo, metanfetaminas, precursores químicos y armas de fuego, con un 70% proveniente de Estados Unidos.
La reunión, a pesar de las tensiones previas, se llevó a cabo y se centró en la colaboración para abordar los desafíos comunes en la región. Sherwood-Randall reiteró al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que el tema del supuesto apoyo del Cártel de Sinaloa a su campaña en 2006 es un asunto cerrado para Estados Unidos desde ese año.