- La CNDH sostiene que la participación de las Fuerzas Armadas no implica una militarización de la seguridad pública.
- Destaca que la estrategia actual responde a los retos del contexto nacional y fortalece la coordinación institucional.
- La reducción en quejas contra las Fuerzas Armadas evidencia la efectividad del modelo de cooperación.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) afirmó en su reciente informe que no hay elementos que prueben que se esté llevando a cabo una militarización en la seguridad pública de México. En su “Informe Especial sobre la participación de la Fuerza Armada Permanente
en tareas de seguridad pública, prevención y cultura de la paz”, la CNDH explica que la participación de las Fuerzas Armadas no representa una vulneración de los derechos humanos ni una militarización. Por el contrario, este modelo de colaboración se enfoca en enfrentar los retos de seguridad del país a través de una cooperación institucional.
Un enfoque distinto en la estrategia de seguridad
La CNDH destaca que, a diferencia de las administraciones anteriores de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, la estrategia de seguridad actual de México tiene un enfoque distinto. Señala que esta estrategia se desarrolla dentro de un marco legal y con directrices claras, ajustadas a las condiciones actuales del país. Según la CNDH, este modelo no socava el principio de civilidad, sino que fortalece la coordinación entre las instituciones, lo que refuerza el Estado de derechos humanos.
El traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena
En cuanto al traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la CNDH lo considera una acción innovadora para mejorar la seguridad del Estado. Este movimiento responde a la necesidad de consolidar las capacidades operativas, logísticas y territoriales de la Guardia Nacional, con el apoyo del Ejército. Aunque reconoce que esta acción implica retos para mantener el equilibrio entre la seguridad pública y la subordinación al poder civil, el organismo subraya que este involucramiento no debe ser visto como una militarización total, sino como un modelo complementario a las autoridades civiles.
Resultados positivos en la seguridad
La CNDH también destacó que la nueva estrategia ha mostrado resultados positivos en la reducción de ciertos delitos. Entre mayo de 2023 y febrero de 2024, se redujeron significativamente los delitos del fuero federal, incluyendo el robo de hidrocarburos, homicidios dolosos, feminicidios y secuestros, así como el robo en sus diversas modalidades. Este avance también se refleja en la disminución de quejas contra las Fuerzas Armadas.
Menor número de quejas
La CNDH resalta que el número de quejas contra las Fuerzas Armadas ha disminuido considerablemente. Entre noviembre de 2006 y noviembre de 2012, la Sedena recibió 7,808 quejas. En contraste, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, este número se redujo a 2,184, lo que representa una disminución del 72%. En cuanto a la Secretaría de Marina, se observó una disminución del 58% en las quejas durante el sexenio pasado.
La CNDH concluye que, basado en los datos y análisis presentados, no existen pruebas que respalden la afirmación de una militarización de la seguridad pública. Por el contrario, considera que el sistema actual coordina los esfuerzos de las autoridades dentro de sus competencias respectivas, con el objetivo de fortalecer la paz, promover la convivencia democrática y asegurar el respeto a los derechos humanos.