La candidata a la gubernatura de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, ha vuelto a abordar el tema del supuesto valor irrisorio de su residencia, que se reportó en 339 pesos, explicando detalladamente que dicho monto corresponde únicamente a los trámites de escrituración del inmueble.
En una entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, Brugada Molina reiteró que su casa, ubicada en la colonia San Miguel Teotongo, adquirió su valor nominal en el contexto de un programa de regularización territorial implementado por la Coret y la DGRT en los años 80. Estos programas fueron destinados a regularizar zonas expropiadas por el gobierno de la Ciudad o federal, especialmente en áreas ejidales.
“Los 339 pesos corresponden al proceso de escrituración inscrito en el registro público de la propiedad, similar a lo que experimentaron los pobladores de Iztapalapa durante aquel tiempo”, enfatizó la exalcaldesa.
Brugada Molina destacó que, aunque la oposición ha utilizado esta cifra para atacar su integridad, es importante aclarar que dicho monto refleja únicamente los costos administrativos asociados con la adquisición legal del inmueble, no su valor real. Subrayó que ella representa a miles de ciudadanos que obtuvieron sus escrituras a través de programas similares de regularización, una práctica común en la Ciudad de México.
Esta no es la primera vez que Brugada Molina aclara la situación. Después de un debate, emitió un comunicado donde desmintió las acusaciones de un miembro del PAN sobre el costo de su vivienda. Enfatizó que su residencia tiene un valor catastral de 256 mil pesos, coincidente con su declaración patrimonial, y que el supuesto pago de 339 pesos fue por trámites de regulación de tierras, no por la compra de la propiedad. Su objetivo es disipar cualquier duda sobre su transparencia y compromiso con la legalidad en sus finanzas y adquisiciones.