La reciente decisión de la Comisión Europea (CE) de aumentar los aranceles a los vehículos eléctricos chinos ha generado fuertes reacciones en China. Se prevé que Pekín podría imponer aranceles a la importación de coches de gran cilindrada y productos porcinos europeos.
Aunque las autoridades chinas aún no han confirmado oficialmente ninguna contramedida, la prensa estatal sugiere posibles respuestas. El Global Times informó que algunas empresas han solicitado abrir una investigación ‘antidumping’ contra ciertas importaciones de cerdo procedentes de la Unión Europea (UE), afectando especialmente a España, el principal exportador de carne porcina a China.
La consultora Trivium China indicó que aranceles agrícolas dirigidos a productos como el brandy francés o el cerdo español podrían ser una represalia contra los principales impulsores de los aranceles europeos. Asimismo, se considera aumentar las tasas a la importación de vehículos de gran cilindrada, superiores a 2.5 litros, lo que afectaría a marcas europeas como BMW y Mercedes-Benz.
Fabricantes chinos como Geely y Nio han expresado su oposición a los aranceles europeos, instando a la CE a reconsiderar su postura. BYD, el mayor fabricante mundial de eléctricos, parece menos afectado y planea abrir una fábrica en Hungría el próximo año para mitigar el impacto.
La disputa comercial entre China y la Unión Europea podría escalar con la imposición de aranceles adicionales y contramedidas, afectando tanto a la industria automotriz como a la porcina en ambos bloques.