- Robert ‘Kelly’ Ortberg reducirá su salario durante la huelga de 33.000 trabajadores.
- Se implementarán despidos temporales para mantener la liquidez de la empresa.
- La huelga es la primera en 16 años y ha provocado importantes pérdidas económicas.
Robert ‘Kelly’ Ortberg, CEO de Boeing, ha decidido reducir su salario y aplicar despidos temporales a numerosos ejecutivos y empleados debido a la huelga en curso que afecta a unos 33.000 trabajadores. La medida busca preservar la liquidez de la empresa durante este periodo de crisis.
En un comunicado interno difundido por medios como CNN, Ortberg reconoció que la paralización de la producción en el noroeste del Pacífico presenta desafíos significativos para la compañía, y subrayó la importancia de asegurar que Boeing pueda recuperarse exitosamente.
Como parte de estas medidas, Boeing implementará despidos temporales que afectarán a una gran cantidad de ejecutivos y personal en Estados Unidos. Durante la huelga, los empleados afectados tomarán una semana de permiso cada cuatro semanas, mientras mantienen sus beneficios.
El CEO y el equipo directivo también aceptarán una reducción proporcional de sus salarios. Ortberg aseguró que las actividades críticas relacionadas con la seguridad, calidad, apoyo al cliente y programas de certificación seguirán siendo prioritarias, incluyendo la producción del avión 787.
La huelga, que comenzó el pasado viernes, es la primera en la empresa en 16 años. La huelga anterior, en 2008, paralizó la producción durante más de 50 días y le costó a Boeing aproximadamente 100 millones de dólares diarios, según The Wall Street Journal y Financial Times.
Los trabajadores iniciaron la huelga tras rechazar un acuerdo que proponía un aumento salarial del 25 % en cuatro años, que consideraron insuficiente. Los distritos en huelga de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) representan a unos 33.000 empleados de Boeing.
Además, CNBC News informó que Boeing perdió 8.000 millones de dólares en la primera mitad del año debido a una desaceleración en la producción tras un accidente en febrero, cuando un avión tuvo que regresar de emergencia a la pista de despegue.