Canadá impondrá un arancel del 100 % a la importación de vehículos eléctricos provenientes de China, que entrará en vigor el 1 de octubre. Además, aplicará un arancel del 25 % al acero y aluminio procedentes del mismo país, según anunció este lunes el primer ministro, Justin Trudeau.
Esta decisión se alinea con las medidas similares adoptadas por Estados Unidos. El anuncio se realizó pocas horas después de que Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense Joe Biden, se reuniera con Trudeau y el Gobierno canadiense.
Trudeau justificó esta medida afirmando que las políticas industriales de China están dando una ventaja injusta a sus empresas, afectando negativamente a la competencia en Occidente. El primer ministro subrayó que Canadá está transformando su sector automotriz para convertirse en un líder global en vehículos eléctricos, pero acusó a China de poner en riesgo la seguridad de los sectores industriales críticos.
En junio, Canadá ya había expresado su intención de estudiar la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos chinos, argumentando que los fabricantes de automóviles chinos no competían de manera justa con los de Norteamérica. Además, el sindicato automotriz canadiense Unifor había solicitado en agosto que se implementaran aranceles estrictos contra los vehículos chinos.