El calentamiento global está provocando cambios significativos en la velocidad de rotación de la Tierra debido al rápido deshielo en Groenlandia y la Antártida. Este fenómeno, que ralentiza la rotación del planeta, está afectando la medida del tiempo universal coordinado (UCT), utilizado para sincronizar relojes en todo el mundo y garantizar la precisión de la infraestructura digital y de comunicación.
La alteración en la velocidad de rotación terrestre plantea desafíos, ya que el tiempo astronómico, basado en la rotación de la Tierra, está avanzando más rápido que el tiempo atómico establecido por relojes ultraprecisos. Esto podría requerir la introducción de segundos intercalares negativos en el futuro, lo que genera preocupaciones para los especialistas en metrología debido a las implicaciones sin precedentes en un mundo cada vez más conectado.
El deshielo de los polos redistribuye los fluidos en la Tierra, influyendo en su velocidad de rotación. Aunque este fenómeno se ha observado y medido desde la década de 1950, el alcance de su impacto en la rotación terrestre es ahora más evidente que nunca, según estudios recientes.
Si bien se prevé un posible retraso en la introducción de segundos intercalares negativos hasta 2029 debido a la desaceleración causada por el calentamiento global, los metrólogos tienen la tarea de evaluar la mejor estrategia para sincronizar el tiempo universal en el futuro, considerando los efectos del cambio climático en la rotación de la Tierra.