La Comisión Europea ha anunciado su intención de imponer aranceles de hasta 38,1% a los coches eléctricos importados de China, alegando que las subvenciones de Pekín perjudican a los fabricantes europeos. Los aranceles propuestos varían entre 17,4% para BYD y hasta 38,1% para SAIC.
La investigación preliminar de la Comisión concluyó que las subvenciones chinas representan una amenaza significativa para la industria de la UE. Tesla también podría recibir un arancel individualizado a pedido de un fabricante chino. El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, aseguró que el objetivo no es cerrar el mercado, sino asegurar una competencia justa.
El arancel provisional podría entrar en vigor el 4 de julio, sujeto a negociaciones con China y a la aprobación de los países de la UE, que están divididos. Emmanuel Macron apoya la medida, mientras que Olaf Scholz lidera la oposición. España, según la ministra Teresa Ribera, apoyará el incremento si lo propone la Comisión Europea.
China pide a Bruselas dar marcha atrás
El Ministerio de Comercio de China instó a la UE a corregir sus “prácticas erróneas” y resolver las tensiones comerciales mediante el diálogo. La Cámara de Comercio china ante la UE expresó su preocupación, advirtiendo que los aranceles afectarían negativamente las relaciones bilaterales.
Funcionarios chinos defendieron las subvenciones a los coches eléctricos como “razonables” y conforme a las reglas internacionales, acusando a la UE y EE.UU. de proteccionismo. Ding Weishun, del Ministerio de Comercio chino, subrayó que tales medidas no detendrán la globalización de las empresas chinas.
Los fabricantes europeos, representados por ACEA y CLEPA, han pedido una mayor inversión en infraestructura y una estrategia sólida para mantener la competitividad global. Sigrid de Vries, de ACEA, destacó la necesidad de acceso a materiales críticos y energía asequible para fortalecer la industria automotriz europea.