El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó el viernes que las medidas anunciadas por Israel para aumentar la entrada de ayuda a Gaza son bienvenidas, pero podrían no ser suficientes para satisfacer las exigencias de Washington de drásticas mejoras en la situación humanitaria en el sitiado enclave palestino.
Blinken señaló que la apertura de más pasos fronterizos tiene el potencial de aumentar la asistencia a los palestinos en medio de los combates entre Israel y Hamás. Sin embargo, Estados Unidos también quiere ver medidas tangibles para la protección de la población civil y los trabajadores humanitarios.
El secretario de Estado pidió una “investigación independiente, exhaustiva y totalmente pública” del reciente asesinato de cooperantes en Gaza. Siete empleados de la ONG World Central Kitchen, incluyendo seis voluntarios internacionales, perdieron la vida debido a múltiples ataques aéreos israelíes contra el convoy en el que se movían por Gaza el lunes.
Las medidas anunciadas por Israel, incluida la reapertura de un importante cruce fronterizo con el norte de Gaza y el uso de su puerto de Ashdod para procesar cargamentos de ayuda, fueron recibidas con optimismo por Blinken. Sin embargo, destacó que la prueba real será el resultado de estas medidas en los próximos días y semanas.
En medio de la guerra entre Israel y Hamás, Blinken también instó a un mejor sistema de desescalada del conflicto y coordinación para garantizar que la ayuda llegue y se distribuya de forma segura dentro del territorio.
La guerra en Gaza ha dejado más de 33,000 palestinos muertos y 75,600 heridos, según el Ministerio de Salud controlado por Hamás. Más del 80% de los 2.3 millones de residentes en Gaza han sido desplazados y cientos de miles están al borde de la hambruna.
Durante el Ramadán, fiéis musulmanes se dirigieron a la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén para rezar, mientras que las fuerzas israelíes detuvieron a ocho fieles palestinos por cánticos incendiarios a favor de “organizaciones terroristas”. El complejo de la mezquita de Al-Aqsa ha sido un recinto religioso en disputa durante años.