El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció una propuesta para prohibir vehículos conectados y autónomos que utilicen tecnología de China y Rusia, limitando así la entrada de nuevos autos chinos al país.
Esta medida surge por preocupaciones de seguridad nacional. Existe temor de que empresas de estos países puedan acceder a datos de conductores y controlar vehículos a distancia, lo que podría generar accidentes. La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, señaló que los autos modernos son vulnerables a ciberataques.
Casi todos los vehículos nuevos son conectados
La mayoría de los vehículos nuevos en EE.UU. están conectados a Internet, permitiendo el intercambio de datos. La propuesta proviene de una investigación del Departamento de Comercio que evaluó los riesgos de los vehículos chinos.
Inicialmente, la investigación se centró en China, pero luego se amplió a Rusia.
Riesgo para infraestructuras críticas
Se determinó que la tecnología de China y Rusia podría amenazar infraestructuras críticas en EE.UU., como la red eléctrica, y poner en riesgo la privacidad de los usuarios.
Raimondo enfatizó que estas son “medidas proactivas” dado que actualmente hay pocos vehículos de estos países en circulación. “No esperaremos a que el riesgo sea mayor”, afirmó.
Prohibición de vehículos con tecnología de comunicación
La norma busca prohibir la importación de vehículos con tecnología de comunicación, como Bluetooth y WiFi, además de vehículos autónomos.
Habrá un periodo de 30 días para que el público y la industria automotriz comenten sobre la propuesta. Se espera que la normativa se implemente antes del 20 de enero de 2025. Aunque se inicie en esa fecha, los fabricantes tendrán tiempo para adaptarse: la restricción sobre el software aplicará a modelos de 2027, y sobre el hardware comenzará en enero de 2029. La norma afectará a todos los vehículos de carretera, excluyendo aquellos que no circulan por vías públicas.