El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado de “indignante” el fallo del Tribunal Supremo del estado de Florida que permite la aplicación de una de las leyes de aborto más restrictivas del país. Esta ley prohíbe la interrupción del embarazo a partir de la sexta semana y castiga como delito la ayuda que cualquier profesional médico pueda proporcionar para eludir esta prohibición.
En un comunicado emitido por la Casa Blanca, Biden expresó su preocupación por cómo esta prohibición pone en riesgo la salud y la vida de millones de mujeres, les niega la libertad de tomar sus propias decisiones y amenaza a los médicos con penas de cárcel.
Además, el presidente advirtió sobre la posibilidad de que esta medida conduzca a leyes aún más extremas por parte del gobernador de Florida, Ron DeSantis, que podrían impedir a las mujeres acceder a atención médica incluso antes de saber que están embarazadas.
Biden reiteró su compromiso de proteger la libertad reproductiva en todo el país y llamó al Congreso a aprobar una ley que restablezca las protecciones de Roe contra Wade en todos los estados.
Este pronunciamiento surge después de que el Tribunal Supremo ratificara la prohibición del aborto en Florida, que fue firmada por DeSantis en abril. Esta ley considera un delito de tercer grado la asistencia médica para realizar un aborto a partir de la sexta semana de embarazo.
Florida se suma así a otros estados liderados por republicanos que han intensificado el debate sobre el aborto desde que el Tribunal Supremo revocó en junio de 2022 el fallo de Roe contra Wade, el cual había permitido la interrupción del embarazo desde 1973.