El Banco de México (Banxico) ha decidido mantener la tasa de interés en 11%, en su primera reunión de política monetaria después de las elecciones presidenciales. La institución indicó que el actual entorno inflacionario permitirá discusiones futuras sobre ajustes en la tasa de referencia.
Esta decisión, ampliamente anticipada por los mercados, refleja la preocupación del Banxico por la inflación, la cual ha mostrado una aceleración mayor de lo previsto en los últimos meses. Aunque la inflación subyacente ha mostrado una tendencia a la baja, persisten incertidumbres respecto a los servicios.
La votación en la Junta de Gobierno del Banxico no fue unánime. Mientras que la gobernadora Victoria Rodríguez y las subgobernadoras Galia Borja Gómez, Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath votaron por mantener la tasa en 11%, el subgobernador Omar Mejía Castelazo mostró su preferencia por recortarla a 10.75 por ciento.
La próxima reunión del Banxico está programada para el 8 de agosto, y se espera que las minutas de esta sesión, que se publicarán el 11 de julio, proporcionen detalles adicionales sobre el voto disidente de Mejía Castelazo.
El Banco Central también reconoció la volatilidad en los mercados financieros tras las elecciones, lo cual resultó en una depreciación del peso mexicano frente al dólar y aumentos significativos en las tasas de interés de los bonos gubernamentales a largo plazo.
En términos de expectativas de inflación, se prevé que la inflación general cierre el año en un 4%, mientras que las proyecciones para la inflación subyacente también han sido ajustadas para los próximos trimestres.