La inflación en el sector de servicios sigue siendo motivo de preocupación para el Banco de México, según Ernesto Rattia Lima, jefe de la Oficina de Indicadores Salariales. Aunque la inflación impulsada por los problemas de oferta y demanda tras la pandemia ha empezado a disminuir —bajando de un 8.70% en septiembre de 2022 a un 4.99% en agosto de este año—, a finales de 2023 se observó un repunte, en parte debido a las condiciones climáticas que han afectado la agricultura.
Durante un evento en la Cátedra Banco de México en la Facultad de Economía de la UNAM, Rattia Lima explicó que, aunque los precios de los servicios se han mantenido relativamente estables, el banco sigue alerta. Datos del Inegi revelan que hubo una tendencia a la baja en la inflación desde octubre de 2022 hasta octubre de 2023, pero en noviembre de 2023, la inflación repuntó nuevamente, alcanzando un 5.57% en julio de 2024.
Los precios de los servicios oscilaron entre un máximo de 5.35% en noviembre de 2022 y un mínimo de 5.15% en agosto pasado. Rattia Lima indicó que los aumentos en los salarios generan costos para las empresas, que muchas veces se trasladan a los precios de los servicios.
En el mismo evento, Arturo Antón Sarabia, economista senior del Banco de México, habló sobre la política monetaria y el sistema de objetivos de inflación que se implementó en 1999. Desde 2018, el banco ha seguido un régimen basado en pronósticos, lo que obliga a la institución a ser transparente en sus intenciones y en sus pronósticos de inflación. Si no logra cumplir con estos pronósticos, debe explicar las razones y las acciones que tomará para alcanzar sus metas, lo que es clave para mantener la confianza del mercado en su política monetaria.