- El incidente ocurrió durante un entrenamiento de fuego real en Pocheon, al norte de Seúl.
- El error en las coordenadas del lanzamiento causó al menos 15 personas heridas, entre ellas dos graves.
- El Ministerio de Defensa está investigando las causas exactas del accidente.
La Fuerza Aérea de Corea del Sur ha confirmado que el accidente ocurrido este jueves en una ciudad al norte del país, durante un ejercicio de fuego real, se debió a un error humano por parte de un piloto. Este error resultó en la caída de bombas fuera del área prevista, dejando 15 heridos, dos de ellos de gravedad.
El incidente ocurrió a las 10:05 hora local (1:05 GMT) en el campo de entrenamiento de Seungjin, ubicado en Pocheon, a unos 50 kilómetros al norte de Seúl. Durante el ejercicio participaron dos aviones de combate KF-16, cada uno de los cuales lanzó cuatro bombas MK-82. Las bombas cayeron en una zona no designada, causando heridas a varias personas, algunas de las cuales fueron hospitalizadas, aunque las autoridades señalaron que las lesiones no ponen en peligro la vida de los afectados.
De acuerdo con un portavoz de la Fuerza Aérea, el fallo se produjo cuando el piloto ingresó incorrectamente las coordenadas de lanzamiento en su sistema de navegación. Las autoridades surcoreanas han afirmado que el error de las coordenadas por parte del primer avión causó el impacto fuera de la zona de entrenamiento, y actualmente se está evaluando si el segundo avión estuvo involucrado de alguna manera en el error.
Ministerio de defensa asegura continua la investigación
El Ministerio de Defensa ha asegurado que continúa investigando los detalles exactos del incidente. A pesar de la investigación, el Ejército surcoreano ha expresado su pesar por los daños ocasionados a la población civil y ha asegurado que implementará medidas para compensar a las víctimas.
Por su parte, el Ejército surcoreano subrayó que el ejercicio forma parte de los preparativos para el próximo ejercicio anual Freedom Shield, que comenzará este lunes. Este ejercicio se realiza en colaboración con las fuerzas militares de Estados Unidos y tiene lugar cerca de la zona fronteriza con Corea del Norte.
En cuanto a las bombas involucradas, las MK-82 son conocidas por su gran poder destructivo y su capacidad para dañar infraestructuras de gran tamaño. Cada bomba tiene la capacidad de crear un cráter de hasta 8 metros de diámetro y su radio de impacto es comparable al tamaño de un campo de fútbol.