La administración del presidente Joe Biden ha aprobado en secreto un nuevo paquete de ayuda militar para Israel, a pesar de las reservas públicas expresadas por Washington. Este paquete incluye más de mil 800 bombas MK84 de 900 kilogramos y 500 bombas MK82 de 225 kilogramos, según fuentes del Departamento de Defensa y del Departamento de Estado citadas por el diario The Washington Post.
El paquete de ayuda también contempla la entrega de motores y 25 cazas F-35A, lo que ha generado preocupación debido al historial de uso de este armamento en la región conflictiva de la Franja de Gaza. Las bombas MK84 han sido directamente relacionadas con algunos de los incidentes más graves de víctimas civiles en la Franja de Gaza, lo que ha generado críticas y preocupación internacional.
A pesar de la controversia, este paquete de ayuda se ampara en acuerdos previos y no requirió autorización adicional del Congreso. Según un responsable del Departamento de Estado, esta medida se basa en “el cumplimiento de una autorización de una notificación al Congreso que puede resultar en docenas de ventas militares al extranjero en las décadas que está vigente”.
La situación en la Franja de Gaza es especialmente preocupante, con miles de víctimas y un alto número de civiles afectados por los ataques del Ejército de Israel. La comunidad internacional sigue de cerca esta situación, instando a un diálogo pacífico y a la protección de los derechos humanos en la región.