- La concentración de gases de efecto invernadero alcanzó un nuevo récord en 2023, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
- En dos décadas, el nivel de dióxido de carbono (CO2) subió un 11,4 %, lo que mantiene en riesgo los objetivos del Acuerdo de París.
- El impacto de incendios y el cambio climático intensifican la acumulación de CO2 en la atmósfera, alerta la OMM.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informa que en 2023 los gases de efecto invernadero superaron todos los récords anteriores. Según el informe, el dióxido de carbono, principal causante del calentamiento global, alcanzó 420 partes por millón, aumentando un 151 % en comparación con los niveles de la época preindustrial. Además, el metano y el óxido nitroso incrementaron sus concentraciones un 265 % y 125 % respectivamente.
Crece el riesgo de incumplir el Acuerdo de París
La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, advirtió que estos datos deben ser una alerta para los líderes globales, ya que se aleja la posibilidad de cumplir la meta de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados. El CO2, responsable del 64 % del calentamiento global, proviene en gran parte de la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento. Su nivel subió en 2023 a 2,3 partes por millón, un aumento que, aunque menor al de años anteriores, sigue siendo alarmante.
Incendios y fenómenos como El Niño aceleran el calentamiento
El informe subraya que el paso de La Niña a El Niño, junto con graves incendios forestales en regiones como Canadá y Australia, elevó las emisiones de CO2 un 16 % sobre el promedio. La OMM advierte que, aunque las emisiones se redujeran a cero, las altas temperaturas seguirían por décadas debido a la persistencia del CO2 en la atmósfera.
Por último, la OMM destaca que los incendios y el calentamiento de los océanos podrían reducir la capacidad de la Tierra para absorber CO2, acelerando el calentamiento global. En la actualidad, cerca de la mitad del CO2 permanece en la atmósfera, mientras que el océano y los ecosistemas terrestres absorben el resto, aunque estos niveles de absorción varían con fenómenos como El Niño y La Niña.