- Recuperan más cuerpos bajo los escombros tras los ataques israelíes.
- Israel mantiene restricciones a la ayuda humanitaria, agravando la crisis en Gaza.
- Hospitales y panaderías enfrentan cierres por falta de combustible.
El Ministerio de Sanidad palestino, controlado por Hamás, informó este domingo que el número de fallecidos en la Franja de Gaza asciende a 48.458, tras registrarse 69 nuevas víctimas en la última semana. De estas, al menos 24 murieron en ataques israelíes, mientras que 45 fueron recuperadas de entre los escombros.
Miles de desaparecidos y crisis humanitaria
A pesar del alto el fuego declarado el 19 de enero, miles de personas siguen desaparecidas bajo los restos de los edificios destruidos por la ofensiva israelí iniciada el 7 de octubre de 2023, tras los ataques de Hamás en Israel. Equipos de rescate han intensificado la búsqueda de cuerpos, aunque denuncian la falta de maquinaria pesada debido a las restricciones impuestas por Israel.
En la última semana, al menos 84 personas resultaron heridas en distintos incidentes en el enclave palestino. A pesar de la reducción de bombardeos, Gaza sigue siendo un lugar de alto riesgo debido a la presencia de minas y artefactos explosivos sin detonar.

Crisis alimentaria y cierre de panaderías
Seis panaderías del centro y sur de Gaza, de las que dependen miles de familias, han cerrado en las últimas horas por falta de combustible. Esta crisis se agrava tras el bloqueo de Israel a la entrada de camiones con ayuda humanitaria desde hace una semana, luego de que Hamás rechazara una propuesta estadounidense para extender el alto el fuego sin cambios en los términos originales acordados en Doha.
Hamás exige la aplicación de la segunda fase del acuerdo, que contempla la liberación de más rehenes y la retirada total de las tropas israelíes de Gaza. Mientras tanto, el gobierno israelí sostiene que el grupo palestino utiliza la ayuda humanitaria con fines militares y para el reclutamiento de combatientes.
Hospitales al borde del colapso
La crisis de combustible también afecta gravemente a los hospitales, poniendo en peligro el funcionamiento de los pocos centros médicos aún operativos en Gaza. Organismos internacionales, como la ONU, han acusado a Israel de utilizar el hambre como “arma de guerra”, señalando que los bloqueos a la asistencia humanitaria han sido constantes durante los más de quince meses de ofensiva.
Mientras las negociaciones entre Israel y Hamás para prolongar la tregua continúan, los habitantes de Gaza enfrentan una crisis humanitaria extrema, marcada por la escasez de alimentos, combustible y recursos médicos esenciales.