Este miércoles se lleva a cabo una audiencia en Los Ángeles relacionada con las acusaciones de evasión fiscal contra Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, quien ha sido señalado de elaborar un presunto esquema para eludir el pago de 1,4 millones de dólares en impuestos durante cuatro años mientras llevaba un estilo de vida de alto nivel.
Biden se ha declarado inocente de los nueve cargos presentados en su contra, los cuales incluyen delitos graves y menores vinculados con la evasión de impuestos. Sus abogados han solicitado al juez que deseche el caso, argumentando que este está motivado por razones políticas y que el manejo del caso por parte del servicio tributario ha sido cuestionable.
Además de enfrentar estas acusaciones en California, Hunter Biden también enfrenta cargos en Delaware por supuestamente mentir al llenar un formulario para adquirir un arma en 2018. Aunque se ha declarado inocente en este caso, también se enfrenta a acusaciones de posesión ilegal de armas.
Ambos casos están siendo supervisados por el fiscal especial David Weiss, y aunque los juicios están programados para junio, los abogados de Biden están trabajando para que el caso en Delaware sea desestimado.
Estos casos derivan de una investigación federal de varios años que inicialmente iba a llegar a un acuerdo en el que Hunter Biden se declararía culpable de cargos menores de evasión de impuestos a cambio de dos años de libertad condicional y no ser acusado por la posesión de armas si se mantenía fuera de problemas legales.
Sin embargo, el acuerdo se deshizo después de que un juez federal comenzara a cuestionarlo. Ahora, tanto el caso de evasión de impuestos como el de posesión de armas siguen adelante en medio de un entorno legal y político cada vez más tenso, especialmente de cara a las elecciones de noviembre, con el Departamento de Justicia investigando tanto al hijo del presidente demócrata como al virtual candidato republicano, Donald Trump.