El Tribunal Superior de Justicia de Londres ha pospuesto la decisión sobre la apelación de Julian Assange contra su extradición a Estados Unidos, solicitando garantías adicionales sobre su tratamiento en caso de ser entregado.
Si Estados Unidos no proporciona estas garantías, Assange tendría derecho a apelar su extradición en el Reino Unido.
El tribunal dictaminó que Assange podría continuar con su apelación en una audiencia plena, a menos que Estados Unidos proporcionara garantías satisfactorias sobre su protección bajo la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos y su exclusión de la pena de muerte. Se ha fijado una fecha límite para estas garantías, con una vista prevista para el 20 de mayo para tomar una decisión final.
Stella Assange, esposa de Julian Assange, expresó su indignación por la decisión y consideró el caso como “una vergüenza para cualquier país democrático”. Assange enfrenta 18 cargos en Estados Unidos, incluidos delitos de espionaje, que podrían resultar en una sentencia de hasta 175 años de prisión.
Assange fue arrestado en 2019 después de pasar siete años en la embajada ecuatoriana en Londres. Su defensa argumenta que el proceso en su contra es político y que una extradición pondría en peligro su salud e incluso su vida. En las últimas semanas, se han expresado preocupaciones sobre su salud y riesgo de suicidio.
Washington ha intentado abordar los temores sobre el tratamiento que Assange recibiría, asegurando que no sería encarcelado en una prisión de alta seguridad y que recibiría la atención clínica necesaria. También ha abierto la posibilidad de que cumpla su condena en Australia.
El caso de Assange ha generado un intenso debate sobre la libertad de prensa y el papel de WikiLeaks en la revelación de información confidencial.