- Amos Hochstein informa avances en las conversaciones para un alto el fuego entre Hizbulá e Israel.
- El mediador destaca la reducción de las diferencias, pero señala que las decisiones finales dependen de ambas partes.
- La violencia ha dejado más de 3.500 muertos, la mayoría desde que Israel intensificó los bombardeos en septiembre.
Amos Hochstein, el mediador estadounidense en el conflicto entre Hizbulá e Israel, afirmó este martes en Beirut que las diferencias entre ambas partes se han reducido significativamente, lo que aumenta las posibilidades de alcanzar una tregua. Tras reunirse con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, Hochstein destacó los avances de los recientes diálogos y señaló que, aunque aún no se ha alcanzado un acuerdo definitivo, las conversaciones avanzan en la dirección correcta. “Estamos más cerca que nunca de poner fin a este conflicto”, afirmó el mediador.
Hochstein también expresó su optimismo sobre la posibilidad de que se logre una solución en los próximos días, aunque dejó claro que la decisión final recae en los involucrados. El mediador estadounidense ha sostenido reuniones continuas con las partes del conflicto y, aunque el camino sigue siendo complicado, las conversaciones muestran avances hasta ahora.
Progresos en las conversaciones, pero aún no hay acuerdo
Uno de los aspectos centrales en las conversaciones ha sido la revisión de la propuesta de alto el fuego presentada por Estados Unidos. Esta incluye modificaciones a la resolución 1701 de la ONU, que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hizbulá. Entre los puntos más debatidos están la creación de un mecanismo de supervisión para garantizar el cumplimiento de la resolución y la posible “libertad de movimiento” para Israel en el Líbano en caso de amenazas de Hizbulá en la frontera.
La situación en el Líbano sigue siendo extremadamente grave, con más de 3.500 muertos desde que comenzó el conflicto a fines de 2023. Desde septiembre, la intensificación de los bombardeos israelíes y la invasión terrestre en el sur del país han exacerbado la crisis humanitaria. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, el futuro del alto el fuego depende en gran medida de la voluntad de las partes para comprometerse con los términos propuestos y poner fin a la violencia.