Este viernes, los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Guatemala, Bernardo Arévalo, se encontraron en Tapachula, Chiapas, para abordar la crisis migratoria. En una reunión privada, ambos mandatarios discutieron la cooperación en temas de migración y seguridad fronteriza, reforzando los lazos diplomáticos en el 175 aniversario de relaciones entre ambos países.
El encuentro inició con una breve ceremonia en esta ciudad fronteriza, donde López Obrador dio la bienvenida a Arévalo, destacando la importancia de la colaboración bilateral. “Vamos a reunirnos, vamos a tratar varios temas, y estoy seguro de que habrá frutos“, afirmó López Obrador.
Bernardo Arévalo subrayó la necesidad de una frontera que una a los pueblos de México y Guatemala, promoviendo el desarrollo y crecimiento conjunto con beneficios recíprocos.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, detalló que en las conversaciones privadas se abordaron temas como la migración, infraestructura fronteriza, desarrollo económico y seguridad, en un contexto marcado por la violencia de las bandas criminales en la frontera.
Al concluir la reunión, ambos gobiernos emitieron un comunicado conjunto en el que se comprometieron a fortalecer la cooperación en seguridad, conectividad ferroviaria, movilidad humana, mejora de comunidades locales, desarrollo de infraestructura aduanal y cooperación consular.
El gobierno guatemalteco expresó su interés en participar en proyectos de infraestructura como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, impulsados por López Obrador, con el fin de integrar a Guatemala con México y la economía norteamericana.
En cuanto a la movilidad humana, ambos gobiernos reafirmaron su compromiso de abordar las causas estructurales de la migración y apoyar a las comunidades de origen, promoviendo una migración regular, segura, ordenada y circular. También coincidieron en la importancia de la protección de los guatemaltecos en México, garantizando que la repatriación sea ágil, ordenada, digna y humanitaria.
México ha sido un país de tránsito para cientos de miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, escapando de la pobreza y violencia en sus países. Desde finales de 2018, coincidiendo con la llegada de López Obrador a la presidencia, la problemática de la crisis migratoria se ha intensificado, con numerosas caravanas atravesando el territorio mexicano, lo que ha generado tensiones con Estados Unidos.
La pandemia de Covid-19 exacerbó la situación, convirtiendo a México en un tercer país seguro donde los migrantes esperan, a veces por más de un año, su cita para solicitar asilo en Estados Unidos. Este proceso se ha complicado debido a las diversas disposiciones migratorias adoptadas por Washington.