Este sábado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la compra de las acciones de Exportadora de Sal S.A de C.V (ESSA) a la empresa japonesa Mitsubishi, con una inversión de mil 500 millones de pesos. La exportadora, ubicada en Guerrero Negro y operativa durante 70 años, era propiedad en un 51% de México y en un 49% de Mitsubishi. A partir de ahora, ESSA es propiedad total de la nación mexicana.
López Obrador, durante su visita a Guerrero Negro, destacó que esta acción es un beneficio para los trabajadores y subrayó la importancia de alejar la empresa de la quiebra y de la privatización, reafirmando que es una empresa del pueblo de México y especialmente de Guerrero Negro.
La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro Sánchez, resaltó que esta decisión refleja el espíritu transformador del siglo XXI, retomando los principios de la Constitución de 1917, priorizando el interés público y combatiendo la corrupción. También señaló la relevancia estratégica de la sal, un insumo clave en industrias como la farmacéutica, textil, química, construcción y petroquímica.
ESSA es reconocida como la salinera más grande del mundo, con una producción anual superior a 8 millones de toneladas de alta calidad, destinada principalmente a la región Asia Pacífico y Costa Este de América del Norte. La empresa representa el 84% de la producción de sal en México, enfocada mayormente en la exportación, y contribuye a que México sea el séptimo productor mundial de sal, junto con Chile, en América Latina.