- Estados con gobiernos republicanos intentan limitar la presencia de observadores del Departamento de Justicia.
- Estas acciones rompen con una tradición de décadas en medio de acusaciones de fraude electoral.
- Los fiscales de Florida, Misuri y Texas han presentado demandas para bloquear la entrada de estos observadores.
Varios estados gobernados por republicanos están intentando frenar la observación electoral del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Esta situación marca un cambio en una práctica establecida durante décadas, especialmente en un clima electoral donde el expresidente Donald Trump ha lanzado acusaciones de fraude.
Los fiscales generales de Florida, Misuri y Texas han presentado demandas para impedir la entrada de observadores federales a sus estados. Los tribunales han desestimado las demandas de Florida y Misuri, mientras que en Texas, el fiscal general logró un acuerdo que prohíbe la entrada de observadores a los centros de votación este martes.
Ken Paxton, el fiscal general de Texas, afirmó: “Solo Texas maneja las elecciones en Texas y no vamos a ser intimidados por el Departamento de Justicia”. Según el acuerdo, los observadores deben mantenerse a 30 metros de distancia de los centros de votación. Sin embargo, los votantes pueden comunicarse con ellos si lo desean.
El Departamento de Justicia ha desplegado funcionarios en 86 jurisdicciones de 27 estados para garantizar el acceso al voto. En el condado de Bexar, Texas, el sheriff Javier Salazar considera al Departamento de Justicia un “buen aliado” y espera contar con más funcionarios para asegurar elecciones seguras. Aceptó que hay un mayor nivel de ansiedad en esta jornada electoral en comparación con 2020, pero aseguró que su departamento está preparado para mantener la tranquilidad.
Las elecciones de este año han estado marcadas por teorías de conspiración sobre su integridad, impulsadas por algunos legisladores republicanos y Trump. Esta desinformación ha llevado a algunos estados, incluido Texas, a “purgar” registros electorales, lo que ha afectado el derecho al voto de algunos ciudadanos.
Además, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha emitido alertas sobre un aumento en la amenaza de “violencia electoral” motivada por estas teorías.
Este martes, Trump y Kamala Harris compiten por la presidencia de EE. UU. en una reñida contienda que podría definir el futuro del país.