La reciente “alerta roja” emitida por la agencia climática de la ONU ha puesto de manifiesto la gravedad del calentamiento global, señalando un aumento sin precedentes en los gases de efecto invernadero y temperaturas en todo el mundo. Según el informe, el período de 12 meses hasta febrero de 2024 superó el límite crítico de 1,5 grados Celsius establecido en el acuerdo climático de París.
En palabras de Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial, “nunca hemos estado tan cerca de la meta de 1,5 °C mencionada en el acuerdo climático de París”. Este incremento en las temperaturas representa una llamada de auxilio urgente por parte del planeta, según declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien describió la situación como un “planeta al borde del precipicio”.
El informe revela cifras alarmantes, como que más del 90% de los océanos experimentaron condiciones de ola de calor en 2023 y la pérdida récord de hielo en los glaciares y el Ártico. Este escenario, combinado con otros eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías e incendios forestales, está teniendo un impacto devastador en la vida y el sustento de las personas en todo el mundo.
La crisis climática se presenta como uno de los mayores desafíos de la humanidad, exacerbando la desigualdad y la inseguridad alimentaria. Para abordar esta urgente situación, se requiere una acción global concertada y un compromiso renovado con la mitigación y la adaptación al cambio climático.