En un gesto de solidaridad, los líderes de Alemania, Francia y Polonia se comprometieron a fortalecer el apoyo militar a Ucrania, prometiendo un aumento en el suministro de armas y la colaboración en la producción de equipo militar. Esta decisión busca respaldar a Ucrania en su enfrentamiento con la escasez de recursos militares, frente a la creciente presión de Rusia.
La cumbre del “Triángulo de Weimar”, integrado por los tres países, fue convocada en Berlín, donde el canciller alemán Olaf Scholz recibió al presidente francés Emmanuel Macron y al primer ministro polaco Donald Tusk. Este encuentro se produce en un contexto marcado por las elecciones en Rusia, que probablemente prolongarán el mandato del presidente Vladimir Putin.
Tras la reunión, Scholz reafirmó el compromiso de apoyo a Ucrania y envió un mensaje claro a Moscú, subrayando que no abandonarán su respaldo al país ucraniano. Reconociendo la urgencia de la situación, Scholz anunció que intensificarán los suministros de armas para Ucrania en el mercado global y ampliarán la producción de equipamiento militar, incluyendo una nueva coalición para la artillería de cohetes de largo alcance.
Aunque no se proporcionaron detalles específicos sobre estas medidas, Macron reiteró el apoyo de Francia a un plan para adquirir municiones y armas fuera de la Unión Europea, iniciado por la República Checa. Alemania, Francia y Polonia, siendo aliados clave de Ucrania, buscan fortalecer su capacidad defensiva ante la creciente presión rusa en varios puntos de la línea del frente.
Si bien persisten algunas diferencias entre los líderes, especialmente en lo que respecta al envío de tropas terrestres, se ha enfatizado que la situación actual no requiere de dicha medida. Scholz ha mantenido su postura de no enviar tropas terrestres europeas a Ucrania, aunque el compromiso de apoyo militar sigue siendo sólido por parte de los tres países.