Alejandro Moreno Cárdenas, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha lanzado una fuerte advertencia contra tres destacados miembros del partido: Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell y Francisco Labastida.
En una conferencia de prensa tras la Asamblea Nacional del domingo, Moreno anunció su intención de iniciar procedimientos disciplinarios que podrían llevar a la expulsión de estos políticos, a quienes acusa de corrupción y de perjudicar la reputación del PRI.
Acompañado por Carolina Viggiano, secretaria general del partido, y los coordinadores en el Congreso y el Senado, Moreno enfatizó que no tolerará más a quienes denomina “cínicos y corruptos sinvergüenzas”. Según él, estas figuras del viejo régimen han dañado al PRI con sus acciones y han contribuido a la narrativa negativa que rodea al partido desde hace años.
Dulce María Sauri, según Alejandro Moreno, presidió el PRI durante su derrota en la elección presidencial de 2000 y autorizó el traspaso de fondos del sindicato petrolero al partido, conocido como el caso Pemexgate.
Pedro Joaquín Coldwell, por su parte, ha sido señalado por no participar activamente en el partido según el líder del PRI.
Además, Moreno mencionó que Francisco Labastida estuvo implicado en varios escándalos, incluido el desvío de fondos a Andorra para financiar campañas políticas.
El líder del PRI también destacó que esta acción no es solo una respuesta a las críticas recientes, sino un intento por limpiar la imagen del partido y fortalecer su unidad interna.