- A pesar de iniciar la formación del Consejo Electoral Provisional, la seguridad sigue siendo un gran desafío.
- La población exige acciones concretas para frenar la violencia de las bandas armadas.
- Conille heredó un contexto crítico tras la renuncia de su predecesor en medio de la crisis.
Garry Conille, primer ministro de Haití, ha completado 100 días en el cargo con ciertos logros, como el avance en la conformación del Consejo Electoral Provisional (CEP), destinado a facilitar elecciones en 2025. Sin embargo, la inseguridad sigue siendo un tema crítico, y la población demanda medidas efectivas para combatir la creciente violencia de las bandas armadas.
Desde su asunción el 12 de junio, tras la renuncia de Ariel Henry, Conille ha intentado involucrar tanto a actores locales como internacionales en la búsqueda de soluciones a la crisis del país. A pesar de estos esfuerzos, el impacto tangible sigue siendo escaso y la situación se deteriora, incluso con la llegada de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) liderada por Kenia.
Desafíos y prioridades en el gobierno de Conille
Las prioridades del gobierno de Conille abarcan la organización de elecciones generales, la creación de una nueva Constitución y el restablecimiento de un entorno pacífico. Sin embargo, las acciones concretas en estos frentes resultan limitadas.
Aunque algunas áreas de la capital han experimentado ligeras mejoras en la seguridad, el control de las bandas armadas sigue extendiéndose. Actualmente, alrededor del 80% del área metropolitana de Puerto Príncipe está bajo su dominio, lo que ha dificultado la vida diaria de los ciudadanos. La situación es especialmente crítica en el sur, donde la violencia ha aislado a las comunidades, obligándolas a arriesgarse al cruzar el mar para regresar a sus hogares.