La inflación en México cerró 2024 con una tasa anual de 4.21%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este porcentaje representa el nivel más bajo para un cierre de año desde 2020, cuando los precios aumentaron 3.15% durante la pandemia de Covid-19.
En diciembre, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo una variación mensual de 0.38%. Aunque la inflación se desaceleró por segundo mes consecutivo, todavía está por encima del rango objetivo del Banco de México (Banxico).
Expectativas del mercado
La cifra oficial fue menor a la proyectada por analistas, quienes, según un sondeo de Reuters, esperaban una inflación anual de 4.28% al cierre del año.
Implicaciones para el Banco de México
El descenso en la inflación abre la posibilidad de que Banxico continúe reduciendo las tasas de interés. En su última reunión de 2024, el banco central bajó la tasa en 25 puntos base, dejándola en 10.0%.
Banxico señaló en un comunicado:
“El entorno inflacionario actual podría permitir recortes más amplios en las próximas reuniones, aunque manteniendo una política restrictiva para garantizar la estabilidad de precios.”
Comportamiento de la inflación subyacente y no subyacente
En diciembre, la inflación subyacente, que excluye productos con precios volátiles, aumentó ligeramente después de 22 meses de desaceleración, cerrando el año en 3.65% anual, por encima del 3.58% registrado en noviembre.
Dentro de este indicador, los servicios presentaron un aumento anual de 4.94%, mientras que las mercancías subieron 2.47%.
Por otro lado, la inflación no subyacente, que incluye productos agropecuarios y energéticos, continuó desacelerándose. Al cierre del año, se ubicó en 5.95%, frente al 7.60% de noviembre. En este grupo, los precios agropecuarios subieron 6.57%, y los energéticos y tarifas reguladas aumentaron 4.97%.