- Claudia Sheinbaum se convierte en la primera mujer presidenta de México, manteniendo las políticas de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
- Participación activa en foros internacionales como el G20, marcando un contraste con la administración anterior.
- Persisten problemas de violencia en regiones como Chiapas, Guerrero y Sinaloa.
- Controversias por la reforma judicial y la respuesta del Gobierno a la inseguridad.
Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México tras ganar las elecciones de junio, destacándose como la primera mujer en liderar el país. Su gestión ha seguido la línea de la “Cuarta Transformación” impulsada por Andrés Manuel López Obrador, de quien se declara heredera política. Sin embargo, su administración enfrenta desafíos internos y externos.
Participación internacional
Claudia Sheinbaum ha apostado por reinsertar a México en el panorama global. En noviembre, asistió a la cumbre del G20 en Brasil, donde sostuvo reuniones con líderes como Xi Jinping, Justin Trudeau, Lula da Silva y Emmanuel Macron. Este enfoque contrasta con la postura de López Obrador, quien evitó asistir a estas reuniones internacionales.
Problemas internos persistentes
A nivel doméstico, los problemas que heredó del sexenio anterior continúan sin solución. La violencia sigue afectando a estados como Chiapas, Guerrero y Sinaloa:
- En Chiapas, el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez puso en evidencia la inseguridad en la región, agravada por luchas territoriales entre grupos delictivos.
- En Sinaloa, los enfrentamientos entre los hijos del ‘Chapo’ Guzmán y seguidores de ‘El Mayo’ Zambada han provocado numerosos muertos y un clima de temor generalizado. Aunque Sheinbaum incrementó la presencia militar y envió a Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, la situación sigue siendo crítica.
Reforma al poder judicial y controversias
La reforma al poder judicial, impulsada inicialmente por López Obrador y respaldada por Sheinbaum, busca cambiar la estructura del sistema judicial mediante la elección popular de jueces. Sin embargo, esta medida ha generado protestas entre los trabajadores del Poder Judicial, quienes han mantenido un paro laboral prolongado.
Estilo de comunicación
Sheinbaum ha mantenido las conferencias matutinas o “mañaneras”, un sello distintivo de su predecesor. Sin embargo, ha adoptado un estilo más directo y menos confrontativo, lo que ha sido bien recibido en algunos sectores.
El mandato de Sheinbaum refleja continuidad en las políticas del pasado, pero también evidencia los retos que enfrenta para abordar problemas como la violencia y las tensiones sociales. Su liderazgo en foros internacionales marca un nuevo enfoque, aunque las crisis internas demandan soluciones urgentes.