- El Politburó de China anuncia políticas fiscales proactivas y una flexibilización monetaria moderada para impulsar el consumo en 2025.
- Es la primera vez en 14 años que China ajusta su postura sobre la política monetaria.
- Se enfocarán en estabilizar el mercado inmobiliario, las bolsas de valores y mejorar la economía interna.
- Esta decisión se toma antes del posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su impacto en la guerra comercial con EE. UU.
El Politburó del Partido Comunista de China (PCCh) anunció que adoptará políticas fiscales más activas y una flexibilización moderada de la política monetaria para aumentar el consumo en 2025. Es la primera vez en 14 años que las autoridades chinas cambian su enfoque sobre la política monetaria, la cual había permanecido estable durante ese tiempo, con una pequeña flexibilización entre 2009 y 2010.
En su declaración, el PCCh destacó que sus objetivos incluyen la expansión de la demanda interna y la mejora de la eficiencia de las inversiones. Además, planean usar una combinación de herramientas económicas para un control más efectivo y ajustado de la economía.
Esta flexibilización llega justo antes del posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y las tensiones comerciales con Estados Unidos, lo que podría afectar la economía global. Según analistas, esta decisión busca tranquilizar a los inversores, que habían quedado decepcionados por un reciente paquete de estímulos enfocado más en la deuda de los gobiernos locales que en el fomento del consumo.
A pesar de estas medidas, el PCCh mantiene su compromiso con la estabilidad económica, enfocándose en evitar riesgos sistémicos y en asegurar la estabilidad social. También se han planteado acciones para estabilizar el sector inmobiliario, que sigue siendo un pilar clave de la economía china.
Por último, los líderes chinos pidieron ampliar la apertura económica del país y estabilizar el comercio exterior y la inversión extranjera. Este miércoles comenzará la Conferencia Central de Trabajo Económico, donde se definirán los objetivos económicos para el próximo año. Los analistas destacan la baja demanda interna, los riesgos de deflación y la falta de confianza en el sector privado como algunos de los principales retos que enfrenta China.