Finalmente, el Mercosur y la Unión Europea (UE) han llegado a un acuerdo para un tratado de libre comercio, después de 25 años de negociaciones. Este acuerdo se logró a pesar de la oposición de países como Francia e Italia.
En una rueda de prensa en Montevideo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó: “Hemos concluido las negociaciones del acuerdo entre la UE y el Mercosur. Esto marca el comienzo de una nueva etapa”. A su lado, los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay celebraron este hito, aunque la implementación del acuerdo aún depende de su ratificación por la mayoría de los países de la UE.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó el acuerdo de “moderno y equilibrado”, resaltando que reconoce los esfuerzos del Mercosur en términos ambientales. Por su parte, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, expresó que este acuerdo representa una oportunidad no solo comercial, sino también estratégica para los países del bloque.
A pesar de los avances, la ratificación del acuerdo enfrenta obstáculos. Países como Francia e Italia se han mostrado reticentes, especialmente por la competencia que el sector agropecuario europeo podría enfrentar con productos provenientes de América del Sur. Sophie Primas, ministra francesa de Comercio Exterior, dejó claro que la firma en Montevideo no significa el final del proceso, ya que aún falta la ratificación por los países miembros de la UE.
Otros países de la UE, como Polonia, Austria y los Países Bajos, también han mostrado dudas sobre el acuerdo, mientras que Alemania y España lo han respaldado, considerándolo un paso importante para ambos bloques.
Preocupaciones por el medio ambiente
Grupos como Greenpeace han manifestado su oposición al acuerdo, argumentando que este podría tener un impacto negativo en el medio ambiente. Aseguran que el incremento en el comercio de productos como carne y pesticidas podría tener efectos desastrosos en la Amazonía y en el clima global.
Desafíos internos en el Mercosur
El acuerdo también refleja tensiones dentro del Mercosur. El presidente de Argentina, Javier Milei, expresó sus críticas al bloque, afirmando que el Mercosur, en lugar de fomentar el comercio, se ha convertido en una “prisión” que limita el potencial de los países miembros. La organización, fundada en 1991, ha sido criticada por no permitir que sus miembros negocien acuerdos comerciales de manera independiente sin el consentimiento de todos los países del bloque.