- El Senado aprobó una reforma que elimina siete órganos autónomos, como la Cofece y el IFT.
- La reforma fue respaldada por Morena y sus aliados, pero rechazada por la oposición.
- La medida genera controversia, ya que la oposición teme una mayor concentración de poder y falta de transparencia.
El Senado de la República aprobó la reforma constitucional que extingue siete órganos autónomos, entre ellos la Comisión Federal de Competencia (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), entre otros. La reforma fue aprobada con 86 votos a favor, el número mínimo para alcanzar la mayoría calificada, y 42 en contra, principalmente de los partidos de oposición.
Morena y sus aliados, el PT y el PVEM, defendieron la reforma, argumentando que estos órganos habían generado un despilfarro y duplicación de funciones. Según el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Oscar Canton Zetina, la eliminación de estos organismos permitirá que el gobierno central asuma sus funciones y reduzca los gastos innecesarios.
Sin embargo, la reforma ha sido muy controvertida. Los opositores, incluyendo al PAN, PRI y MC, denunciaron que la reforma busca concentrar más poder en el Ejecutivo, lo que afectaría la rendición de cuentas y aumentaría la opacidad. La senadora de Movimiento Ciudadano, Amalia García, lamentó especialmente la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia (INAI), y el exsenador Manlio Fabio Beltrones advirtió que esta medida podría llevar a un retroceso en la democracia.
El senador de Morena, Malú Micher, respondió a las críticas diciendo que el INE había autorizado solicitudes innecesarias mientras se negaba a dar información relevante sobre los contratos de la oposición.
Oscar Canton Zetina agregó que, aunque los órganos autónomos fueron creados para apoyar al Estado, muchos no cumplieron su misión y en cambio representaron un gasto innecesario. Según su informe, entre 2018 y 2024, estos organismos recibieron 32 mil millones de pesos, dinero que considera mal utilizado, ya que se destinó a los viajes de los funcionarios de esos organismos, mientras que fondos destinados a la población, como pensiones y becas, se vieron comprometidos.