El Kremlin defendió esta semana el lanzamiento de un misil balístico hipersónico contra Ucrania, señalando que la decisión se tomó debido a que Occidente, liderado por Estados Unidos, “está dispuesto a todo” para infligirle una derrota estratégica a Rusia.
Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, comentó en declaraciones a la televisión pública que Occidente está demostrando su disposición a “aplastar” a Rusia, lo que justificó la respuesta militar de Moscú. Aseguró que el lanzamiento del misil fue una “acción oportuna, demandada y efectiva”.
Peskov subrayó que la respuesta rusa no constituye una escalada, sino una medida necesaria ante la creciente provocación por parte de los países occidentales. Además, destacó que la reciente decisión de permitir el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania fue una señal clara de que Estados Unidos y la OTAN están en guerra con Rusia.
El portavoz también hizo referencia a la creciente “sed de venganza” de algunos sectores en Washington, que, según él, ignoraron las advertencias de Putin, llevando la situación a un punto de alta tensión.
Por otro lado, Putin anunció el uso de un nuevo misil balístico supersónico, el Oréshnik (Avellano), para atacar una fábrica de misiles en la región de Dnipró. También advirtió sobre una posible carrera armamentista en Europa y la producción en serie de misiles hipersónicos capaces de alcanzar las principales capitales europeas en minutos.
Además, esta semana Rusia aprobó un aumento significativo en su gasto militar, con un incremento del 25% para el próximo año, alcanzando más del 6% del Producto Interior Bruto (PIB) del país.