- EE. UU. bloqueó por cuarta vez una resolución de la ONU pidiendo un alto el fuego inmediato en Gaza.
- La resolución fue aprobada por 14 países, pero no pasó por el veto de Estados Unidos.
- Incluía demandas a Israel sobre el acceso humanitario y la liberación de rehenes.
Este miércoles, Estados Unidos utilizó su derecho de veto para bloquear una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza. La resolución, apoyada por 14 países, no logró avanzar debido al veto de EE.UU., miembro permanente del Consejo.
La resolución incluía peticiones a Israel para permitir el acceso irrestricto de ayuda humanitaria a Gaza y para rechazar cualquier intento de “matar de hambre” a la población palestina. También hacía referencia a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) como un actor clave en la ayuda humanitaria, en un momento en que Israel había intensificado su presión sobre la agencia.
A pesar de las negociaciones durante semanas y los ajustes en el lenguaje del texto para hacerlo más aceptable para EE.UU., el país mantuvo su postura en contra. Según Robert Wood, embajador adjunto de EE. UU. ante la ONU, la resolución no vinculaba el alto el fuego con la liberación de los 101 rehenes aún en manos de Hamás, lo que justificó su veto. Además, criticó la falta de condena explícita hacia los ataques de Hamás en octubre de 2023, que dieron inicio al conflicto.
Por su parte, el embajador de Israel, Danny Danon, calificó la resolución de “traición”, advirtiendo que un texto como este enviaría un mensaje erróneo a los terroristas, permitiéndoles actuar impunemente.
El uso repetido del veto por parte de Estados Unidos refleja su apoyo continuo a Israel. En los últimos 14 meses de conflicto, EE. UU. ha bloqueado varias resoluciones críticas hacia Israel. Desde 2020, doce de los catorce vetos de EE.UU. en el Consejo de Seguridad han estado relacionados con el conflicto en Gaza.
Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EE. UU. ante la ONU, defendió el veto, asegurando que es una herramienta para proteger los intereses de su país. Esta postura ha sido fuertemente criticada por organizaciones como Human Rights Watch, que acusan a EE. UU. de proteger a Israel de la presión internacional mientras permite que se cometan violaciones de derechos humanos.