- El 24 de febrero de 2022 Rusia inicia la invasión de Ucrania.
- Los asedios en Kiev y Mariúpol marcan puntos cruciales en el conflicto.
- La participación de tropas norcoreanas y el uso de misiles ATACMS son nuevos desarrollos en la guerra.
El conflicto entre Ucrania y Rusia llega a su milésimo día este martes, sin que se vislumbre un fin cercano. El 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una invasión a gran escala que rápidamente alcanzó varias zonas de Ucrania. A pesar de la intensidad inicial del ataque, el presidente Volodímir Zelenski permaneció en Kiev y resistió los intentos rusos de derrocar a su gobierno, lo que se consolidó como un primer triunfo simbólico para Ucrania. Durante los primeros días de la guerra, Rusia avanzó rápidamente, pero no logró capturar la capital.
Uno de los puntos álgidos de la guerra fue la batalla por Kiev. Tras más de un mes de intensos combates y el fracaso en la captura de puntos estratégicos como el aeropuerto de Gostómel, las fuerzas rusas se retiraron de los alrededores de la capital a finales de marzo de 2022. El Ejército ucraniano logró recuperar el control de la región de Kiev. Sin embargo, esa victoria estuvo empañada por el descubrimiento de las masacres en Bucha, una ciudad cercana a Kiev, donde las fuerzas rusas dejaron 458 muertos en lo que se conoció como una de las peores atrocidades del conflicto.
Victorias y tragedias en el conflicto
En el sur y este del país, las fuerzas rusas avanzaron durante los meses siguientes, tomando ciudades clave como Mariúpol. El cerco a la acería de Azovstal, donde miles de ucranianos resistieron durante casi tres meses, culminó en mayo de 2022 con la rendición de las tropas ucranianas. Este episodio marcó uno de los momentos más devastadores del conflicto, con miles de civiles muertos debido a los bombardeos, incluido el ataque al Teatro de Mariúpol. A pesar de estas pérdidas, la resistencia ucraniana continuó, y a finales de 2022, Ucrania recuperó las ciudades de Jersón y territorios clave en la región de Járkov, lo que se consideró un avance importante en la guerra.
En 2023, el conflicto se centró en la ciudad de Bajmut, donde Rusia lanzó una ofensiva implacable que duró casi un año, finalmente tomando la ciudad en mayo de 2023. A pesar de las enormes bajas de ambos lados, este avance no cambió el curso estratégico de la guerra. En 2024, Ucrania lanzó una operación en la región de Kursk, en Rusia, buscando distraer a las fuerzas rusas y frenar sus avances. A medida que el conflicto se prolonga, la participación de tropas norcoreanas en el lado ruso y el uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania marcan nuevos desarrollos que podrían intensificar aún más la guerra, mientras las amenazas rusas sobre el uso de armas nucleares siguen sobrevolando la situación.