- António Guterres sugiere gravar el transporte aéreo y marítimo, así como la extracción de petróleo y gas.
- El objetivo es apoyar a los países en desarrollo en su transición hacia energías limpias.
- Guterres enfatiza que la financiación climática debe considerarse una inversión, no un acto de caridad.
En la apertura de la COP29 en Bakú, António Guterres, secretario general de la ONU, propuso la implementación de nuevos impuestos sobre el transporte aéreo y marítimo, así como sobre la extracción de petróleo y gas. Esta medida busca apoyar a los países en desarrollo a financiar su transición hacia energías renovables. “Los contaminadores deben pagar”, afirmó Guterres, destacando que los países más pobres enfrentan grandes dificultades para costear esta transición, a pesar de ser los que menos contribuyen al calentamiento global.
António Guterres subrayó la urgencia de tomar medidas y advirtió sobre el poco tiempo restante para evitar que la temperatura global supere los 1,5 grados. “Escuchemos el tictac del reloj: estamos en la cuenta regresiva, y el tiempo no está de nuestro lado”, señaló.
El secretario también vinculó la crisis climática con las desigualdades sociales, argumentando que “los ricos causan el problema y los pobres pagan el precio más alto”. Mencionó un informe de Oxfam que indica que los multimillonarios más ricos emiten más carbono en una hora y media que una persona promedio en toda su vida.
Guterres destacó que la brecha entre las necesidades de adaptación y los fondos disponibles podría alcanzar los 359.000 millones de dólares para 2030. Señaló que los países en desarrollo necesitarán al menos 40.000 millones de dólares al año a partir de 2025 para financiar estas iniciativas. “La financiación climática no es caridad; es una inversión”, concluyó, dirigiéndose a las naciones más ricas.