Entre enero y septiembre de 2024, la temperatura promedio global superó en 1,54 grados Celsius el nivel de referencia de mediados del siglo XIX, el cual se utiliza para evitar consecuencias catastróficas en el medio ambiente y en la humanidad, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
A pesar de que el calentamiento global a largo plazo aún se mantiene por debajo del umbral crítico de 1,5ºC, las mediciones muestran que los últimos diez años han sido los más cálidos registrados, con un aumento continuo de la temperatura de los océanos y la reducción del hielo en la Antártida, que este año alcanzó su nivel más bajo.
Este informe se publica coincidiendo con la inauguración de la COP29 en Azerbaiyán. Según la OMM, el decenio 2015-2024 se perfila como el más cálido de la historia, lo que genera una aceleración del aumento del nivel del mar y un calentamiento de los océanos. Además, fenómenos meteorológicos extremos continúan afectando a comunidades y economías en todo el mundo.
La organización resalta que este incremento en las temperaturas está influenciado tanto por las concentraciones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, como por el fenómeno de El Niño. Sin embargo, también señala que, aunque las temperaturas superan temporalmente el umbral de 1,5ºC, esto no significa que se haya fracasado en el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, ya que las temperaturas pueden variar debido a anomalías naturales como El Niño, La Niña o erupciones volcánicas.
A pesar de este matiz, la OMM subraya que cada aumento de fracción de grado tiene un impacto directo en la intensidad de fenómenos climáticos extremos. Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, afirmó que eventos como lluvias extremas, ciclones más intensos, olas de calor mortales, sequías y destructivos incendios forestales ya forman parte de la nueva realidad climática, que será más frecuente si no se toman medidas urgentes para mitigar el calentamiento global.