- En las últimas 48 horas, más de 70 palestinos han muerto y otros 200 han resultado heridos debido a los ataques israelíes en Gaza.
- Israel intensifica su ofensiva en el norte del enclave, ordenando evacuaciones en varias áreas de la región.
- Beit Lahia y otros puntos del norte de Gaza sufren graves daños, con víctimas entre la población civil y los desplazados.
La escalada de violencia en Gaza ha dejado al menos 78 muertos y más de 200 heridos en las últimas 48 horas, luego de intensos bombardeos israelíes que afectaron principalmente el norte del enclave. Según fuentes palestinas, las fuerzas israelíes ejecutaron ataques aéreos y de artillería, apuntando a áreas residenciales y desplazadas, lo que ha aumentado la cifra total de muertos a más de 43.000 desde el inicio del conflicto.
El miércoles, uno de los ataques más letales ocurrió en la escuela Al Shati, donde decenas de personas desplazadas se encontraban refugiadas. Los bombardeos en Beit Lahia también dejaron víctimas mortales, incluyendo un ataque con drones que destruyó un mercado y una casa en el que murieron al menos ocho palestinos. Estos ataques agravan aún más la crisis humanitaria que azota la región, donde miles de personas siguen atrapadas en medio de la ofensiva israelí.
Violencia desmedida y evacuaciones en Gaza
Mientras tanto, el Ejército israelí ha intensificado sus acciones en Gaza y ha anunciado el despliegue de nuevas tropas en Beit Lahia, una zona que considera clave para su estrategia contra los militantes de Hamás. A pesar de las promesas de evacuación a los residentes, organizaciones humanitarias alertan sobre la ausencia de zonas seguras en la Franja, ya que los bombardeos han golpeado sin cesar diversas áreas, incluidos los barrios cercanos al campamento de Jabalia.
En medio de esta intensificación del conflicto, las autoridades israelíes han ordenado la evacuación de cinco barrios en el norte de Gaza, después de detectar la presencia de milicianos palestinos en la zona. Sin embargo, la situación se complica por la constante falta de recursos, con hospitales locales colapsados y la incapacidad de los equipos de rescate para atender a las víctimas debido a los continuos ataques.