- El rey Felipe y su comitiva fueron recibidos con insultos y barro en Paiporta, Valencia.
- Se registraron gritos de “fuera” durante su visita a la localidad damnificada.
- Nuevas lluvias amenazan la ya devastada región de Valencia.
En su llegada a Paiporta, la localidad más afectada por las inundaciones en Valencia, el rey Felipe y su comitiva fueron recibidos de manera hostil. Decenas de afectados lanzaron barro y gritaron “fuera” al rey, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente de Valencia, Carlos Mazón.
Los gritos de “fuera, fuera” interrumpieron las labores de limpieza en las calles. En este pueblo, al menos 62 personas han perdido la vida a causa de las inundaciones.
Durante su visita, un palo fue lanzado cerca del presidente Sánchez, lo que llevó a su equipo de seguridad a rodearlo. Parte del personal de seguridad utilizó paraguas para proteger a la comitiva del barro y las piedras que lanzaban los manifestantes.
A pesar de la situación, el rey Felipe habló con algunos vecinos descontentos. La reina Letizia también se detuvo para hablar con la gente, mientras continuaban los gritos y los insultos. Un escolta de la reina resultó herido durante el tumulto.
Nuevas lluvias amenazan Valencia
Valencia es la región más afectada por este desastre, con 213 muertes confirmadas. Las autoridades continúan con la limpieza de calles y casas, pero la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido alertas de nuevas lluvias que podrían traer hasta 100 litros por metro cuadrado en 12 horas.
A pesar de las restricciones, miles de voluntarios siguen ayudando en la limpieza y en la búsqueda de personas desaparecidas.
En Aldaia, la Unidad Militar de Emergencia (UME) trabaja para extraer agua de un centro comercial, donde se teme que haya más víctimas. Desde el 30 de octubre, equipos han estado en el lugar, pero todavía hay un metro y medio de agua en el aparcamiento.
Nuevas víctimas
Hoy se encontró el cuerpo sin vida de una mujer de 70 años en Letur, Albacete, quien fue arrastrada por las inundaciones. Esto eleva el total a 217 muertes en toda España, con tres de ellas en Castilla-La Mancha y una en Andalucía.