- La promesa de deportar a millones de inmigrantes se enfrenta a desafíos legales y financieros.
- Expertos señalan que el proceso de deportación es complejo y requiere tiempo.
- La acumulación de casos en las cortes de inmigración complica aún más la situación.
Tanto Trump como su compañero de campaña, el senador J.D. Vance, han prometido iniciar este proceso masivo, con la idea de deportar a un millón de personas. Sin embargo, Agundez destaca que cumplir con esta meta es muy difícil. Las leyes de inmigración permiten a muchos individuos argumentar su caso ante un juez, lo que puede retrasar significativamente el proceso. Con más de dos millones de casos pendientes en las cortes de inmigración, la situación se torna aún más complicada.
Otro desafío importante radica en la dependencia de las agencias policiales por parte de los agentes de inmigración para identificar a los indocumentados. Una vez que las autoridades detienen a los inmigrantes, deben recluirlos mientras procesan sus casos. Este procedimiento requiere cumplir con varios tratados internacionales, especialmente para repatriaciones a países como Cuba o Venezuela.
Por último, el costo de implementar estas deportaciones es exorbitante. Un solo vuelo para repatriar a 120 personas puede costar alrededor de 110.000 dólares, además de los gastos de detención y manutención durante el proceso. Recientes estimaciones sugieren que deportar a 13 millones de indocumentados podría costar hasta 315.000 millones de dólares en más de una década. A pesar de estos obstáculos, Agundez prevé que Trump intentará cumplir sus promesas, aunque podría enfrentar dificultades inesperadas en el camino.