- El doctor Ghassan Abu Sittah denuncia la destrucción del sistema sanitario en Gaza y Líbano como parte de la estrategia israelí.
- Las lesiones en niños son particularmente alarmantes, con graves secuelas tras los bombardeos.
- Critica la complicidad de países occidentales en el suministro de armamento a Israel.
El doctor Ghassan Abu Sittah, un cirujano palestino-británico, ha expresado su profunda preocupación por el deterioro del sistema de salud en Gaza y Líbano, que considera parte de una estrategia deliberada de Israel para desmantelar estas infraestructuras. Desde Beirut, donde trabaja para atender a las víctimas del conflicto, sostiene que la destrucción del sistema sanitario es un objetivo crítico dentro de una política más amplia que busca hacer inhabitables estas regiones.
Durante su tiempo en Líbano, Abu Sittah ha sido testigo de la devastación de hospitales y ha documentado el trágico aumento de muertes de personal médico. Además, señala que las lesiones sufridas por los pacientes son alarmantemente similares a las de aquellos en Gaza, reflejando el impacto de los intensos bombardeos que han escalado desde septiembre. La guerra ha dejado ya un saldo de más de 42.000 muertos en Gaza, y el sufrimiento se ha extendido al Líbano.
La salud infantil en crisis: heridas devastadoras por la guerra
Uno de los aspectos más desgarradores de su trabajo ha sido el tratamiento de niños con heridas extremas. Abu Sittah ha atendido a varios menores que han sufrido mutilaciones graves y quemaduras. La situación se complica aún más por la falta de hogares a donde enviar a los niños después de recibir atención médica. Con miles de familias desplazadas, el futuro de estos pequeños se ve cada vez más incierto y aterrador.
Finalmente, el doctor critica abiertamente la complicidad de varios gobiernos occidentales en este conflicto, argumentando que su apoyo militar a Israel perpetúa el sufrimiento del pueblo palestino. Con un sentido de impotencia por no poder regresar a Gaza, Abu Sittah lamenta la continua violencia y los efectos devastadores que esta tiene sobre los más vulnerables, especialmente los niños, a quienes se les niega un futuro seguro.