El expresidente de EE.UU. Bill Clinton (1993-2001) llevó a cabo una campaña en Georgia para apoyar a la vicepresidenta Kamala Harris, centrándose en movilizar el voto de la comunidad afroamericana. Durante el fin de semana, Clinton asistió a diversos eventos, incluidos servicios religiosos, festivales y una visita a un McDonald’s, logrando captar la atención de los medios locales antes de que comience la votación anticipada en el estado.
Clinton, que goza de gran popularidad entre los afroamericanos del sur de EE.UU., se convirtió en un aliado estratégico para Harris. En lugar de realizar grandes discursos, optó por encuentros más cercanos, explicando que se siente más cómodo en el campo, donde puede conectar mejor con la gente.
Eventos destacados:
El domingo, Clinton comenzó su jornada en Albany, un lugar significativo en la historia de los derechos civiles. Luego se trasladó a Fort Valley, una zona rural ubicada al sur de Atlanta, para participar en un festival de pescado frito. También se detuvo en un McDonald’s, donde interactuó con empleados y se tomó fotos con los asistentes.
El lunes, Clinton asistió a un evento en Columbus, donde animó a los votantes a acudir a las urnas, advirtiendo que aquellos que decidan no hacerlo “lo lamentarán toda su vida”.
Estrategia en Georgia:
La campaña de Harris busca movilizar a votantes demócratas e independientes en áreas más conservadoras. El objetivo no es convertir estas zonas en demócratas, sino reducir la ventaja que Donald Trump puede obtener en estos condados. En las elecciones de 2020, Joe Biden ganó en Georgia, siendo la primera vez que un demócrata se llevaba el estado desde 1992, cuando Clinton lo logró.
Sin embargo, Harris enfrenta desafíos entre los votantes más jóvenes, especialmente hombres afroamericanos, que en algunos casos muestran preferencias por Trump, según una reciente encuesta del New York Times y Siena College.