Naciones Unidas informó que el Programa Mundial de Alimentos (WFP) no ha podido enviar alimentos a Gaza desde el 1 de octubre, lo que ya suma once días sin ayuda. Según Farhan Haq, portavoz adjunto del Secretario General de la ONU, António Guterres, las líneas de suministro al norte de la franja se han cortado.
El WFP distribuyó sus últimas reservas de alimentos en el norte de Gaza a socios y cocinas que acogen a familias desplazadas, pero estas reservas apenas cubrirán las necesidades durante dos semanas. Muchas cocinas y puntos de distribución en esa zona han cerrado, y otras están en riesgo de hacerlo si el conflicto continúa.
La situación en el sur de Gaza es igualmente preocupante. No se están distribuyendo alimentos y las panaderías luchan por conseguir harina de trigo, un alimento básico en la dieta palestina, lo que podría llevarlas a cerrar en cualquier momento. La falta de combustible y los daños sufridos complican la producción de pan.
Haq también destacó que la entrada de ayuda humanitaria a Gaza está en su nivel más bajo en meses. A pesar de las dificultades, las organizaciones humanitarias están haciendo esfuerzos para responder a las necesidades.
El WFP advirtió que, si no se reanuda el flujo de ayuda, un millón de personas en Gaza se verán privadas de alimentos. Además, el portavoz mencionó el reciente ataque de Israel contra el cuartel general de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano, que dejó a dos cascos azules heridos, subrayando la necesidad de garantizar la seguridad del personal de la ONU.