- Síndrome de cola de caballo en Frida Kahlo: Investigadores del Instituto Guttmann determinan que los síntomas de la artista mexicana podrían estar relacionados con esta afección de origen traumático.
- Una nueva perspectiva sobre su historia médica ofrece detalles relevantes sobre su salud a lo largo de su vida.
Se reveló que un equipo de investigadores del Instituto Guttmann de Barcelona ha diagnosticado la afección que padecía Frida Kahlo, 70 años después de su muerte: síndrome de cola de caballo (SCC) de origen traumático. Kahlo (1907–1954), reconocida como una de las figuras más influyentes del arte del siglo XX, experimentó una vida plagada de problemas de salud y dolor, en gran medida debido a un grave accidente de tráfico que le dejó secuelas severas y la forzó a estar inmóvil durante largos períodos.
Los informes médicos de la época sugieren que sus intensos dolores tenían diversas causas, que incluían fracturas, inmovilización, así como enfermedades como postpolio y espina bífida. No obstante, la investigación publicada en la revista Journal of Neurology concluyó que algunos de sus síntomas estaban vinculados al síndrome de cola de caballo.
Comprendiendo el síndrome de cola de caballo
El SCC es un trastorno que resulta de lesiones en las raíces nerviosas de la parte baja de la médula espinal. Según los investigadores, este diagnóstico proporciona una comprensión más profunda de las múltiples dificultades que enfrentó Kahlo en su vida y carrera. El síndrome de cola de caballo en Frida Kahlo, por lo tanto, explica en parte su experiencia de dolor crónico.
Frida Kahlo, originaria de Coyoacán, Ciudad de México, contrajo polio a la edad de seis años, lo que le dejó una pierna derecha más corta y débil. A los 18 años, un accidente de autobús la dejó con múltiples fracturas, incluyendo lesiones en las vértebras y graves daños en su pelvis, lo que la obligó a una prolongada recuperación hospitalaria y un tratamiento continuo.
Un legado de dolor y recuperación
A lo largo de su vida, Kahlo experimentó dolor persistente y fatiga, sometiéndose a un total de ocho operaciones entre 1946 y 1950, sin que esto mitigara sus sufrimientos. Los registros médicos del doctor Leo Eloesser, quien trató a Kahlo, indican que la artista padecía una notable disminución de la sensibilidad en su parte inferior y un agravamiento de su condición.
El diagnóstico de síndrome de cola de caballo, propuesto por los autores del estudio, se alinea con la descripción de su dolor intenso y la alteración de la sensibilidad en las piernas y genitales. Los investigadores subrayan que el dolor neuropático, mencionado por Kahlo en sus escritos, podría estar relacionado con esta afección.
Hatice Kumru, neuróloga del Instituto Guttmann, destacó que “el síndrome de cola de caballo es poco común, y su identificación en pacientes históricos como Kahlo puede ayudar a comprender mejor sus síntomas e impacto”. Además, se ha determinado que los corsés ortopédicos utilizados por Kahlo, representados en su obra “La columna rota”, no eran el tratamiento adecuado, ya que podían ocasionar atrofia muscular y agravar el dolor.
Conclusiones sobre el diagnóstico
Los investigadores también revisaron diagnósticos previos de Kahlo, descartando el síndrome postpolio y la espina bífida, al no encontrar evidencia de síntomas compatibles con estas condiciones antes de su accidente.
En 1953, como consecuencia de una gangrena, se le amputó la pierna derecha por debajo de la rodilla, y falleció un año después, dejando un legado duradero en el arte y la cultura.