- Israel bombardea suburbios de Beirut, causando el colapso de varios edificios.
- La ofensiva apunta a líderes de Hizbulá y se ordena la evacuación de aldeas en el sur del Líbano.
- El ministro de Exteriores iraní llega a Beirut para expresar apoyo a Líbano en medio de la escalada.
En la madrugada de este viernes, Israel llevó a cabo una serie de bombardeos en los suburbios meridionales de Beirut, lo que resultó en el derrumbe de numerosos edificios. La aviación israelí se centró especialmente en atacar a Hizbulá, enfocándose en Hashem Safi al Din, un líder en ascenso dentro del grupo chií. Estos ataques se producen tras la reciente muerte del líder actual de Hizbulá, Hasán Nasrala, en un bombardeo previo que ha elevado las tensiones en la región.
La magnitud de los bombardeos ha causado daños significativos en la infraestructura local, incluyendo la destrucción de una comisaría y un supermercado en el barrio del Dahye, un área considerada un bastión de Hizbulá. Informes indican que la aviación israelí utilizó bombas de vacío y antibúnker en sus ataques, que se llevaron a cabo prácticamente a diario desde hace más de una semana.
Irán reafirma su apoyo al Líbano en medio de la escalada de tensiones
En respuesta a la creciente violencia, el Ejército israelí, por su parte, ha ordenado la evacuación inmediata de 36 aldeas en el sur del Líbano. Además, se han emitido advertencias a los residentes sobre los peligros que conlleva la cercanía a las instalaciones de Hizbulá. Las autoridades instruyeron a los residentes a desplazarse al norte del río Awali para su seguridad, destacando que cualquier hogar vinculado a los objetivos de Hizbulá se considerará un blanco legítimo en futuros ataques.
Mientras tanto, en medio de esta escalada, el ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, ha llegado a Beirut para ofrecer apoyo al gobierno libanés. Durante su reunión con el primer ministro Najib Mikati, Araqchí mencionó que Irán iniciará una campaña diplomática para respaldar a Líbano. Esta acción, en consecuencia, refuerza la colaboración entre aliados en tiempos de crisis, lo que sugiere un aumento en la tensión en la región que podría tener implicaciones a largo plazo.