- La Operación Guardián, que este martes celebra su 30 aniversario, ha sido condenada por grupos humanitarios por su impacto mortal en migrantes.
- Desde su inicio, se estima que más de 8.000 migrantes han perdido la vida en la frontera, en su mayoría en el desierto de Arizona.
- La incertidumbre política actual genera preocupación sobre el futuro de las políticas migratorias en Estados Unidos.
Este martes se conmemora el treinta aniversario de la Operación Guardián, una iniciativa destinada a disuadir la migración irregular entre México y Estados Unidos. Organizaciones humanitarias critican esta estrategia, argumentando que ha generado un “legado de muerte” al forzar a los migrantes a tomar rutas extremadamente peligrosas, incluyendo el desierto de Arizona y el Río Bravo. La operación se considera un hito en la historia de las políticas antiinmigrantes, cuyas consecuencias se han intensificado con el tiempo, especialmente bajo la administración del expresidente Donald Trump.
Desde su lanzamiento el 1 de octubre de 1994, la Patrulla Fronteriza implementó la Operación Guardián con la intención de detener el cruce irregular de migrantes. Sin embargo, esta táctica cerró rutas cercanas a las ciudades, obligando a los migrantes a transitar por caminos más remotos y arriesgados. Vicki Gaubeca, de Human Rights Watch, menciona que esta estrategia ha transformado el perfil de la migración, ya que ahora se observa a familias enteras intentando cruzar en lugar de solo hombres que buscaban trabajo temporal.
Preocupaciones ante el futuro migratorio en EE.UU.
La militarización de la frontera ha crecido drásticamente, evidenciada por la construcción de más de 700 millas de barreras y un presupuesto de la Patrulla Fronteriza que pasó de 363 millones de dólares en 1993 a 4,7 mil millones en 2019. Isabel García, de la Coalición de Derechos Humanos de Arizona, señala que el costo humano de esta operación se traduce en más de 8.000 muertes desde 1994 y cerca de 5.500 desaparecidos. Las duras condiciones climáticas en el desierto, donde las temperaturas superan los 43 grados Celsius (110 grados Fahrenheit), han contribuido a esta crisis.
A medida que se acercan las elecciones del 5 de noviembre, surgen inquietudes sobre el futuro de las políticas migratorias. Donald Trump, el candidato republicano, ha prometido adoptar un enfoque más severo contra la migración irregular, mientras que el actual gobierno de Joe Biden, junto a la vicepresidenta Kamala Harris, se compromete a mantener las restricciones para los solicitantes de asilo. Activistas temen que estas políticas continúen alimentando un ciclo de deshumanización y crisis, que ya ha tenido un costo devastador en la vida de miles de migrantes.